Testimonios

Ana Rabino Lic. en Psicología

Mi hijo de 6 años, este año cambió de colegio, tuvo muchos problemas con la adaptación ya que le cuesta los cambios. Me llamaban todos los días del colegio con mensajes de la maestra, era como una pesadilla. Cómo es un niño inquieto, sugirieron darle ritalina. Cuando recurrimos a sanación, Jacqueline y un equipo de sanadores comenzaron a trabajar con él y el cambio que ha tenido fue rapidísimo y fantástico. Pudo darse cuenta que había una parte que era de él, que le costaba el cambio y estaba enojado y que también había otra parte que era de la maestra, su cansancio, pero que no era personal con él. Se tranquilizó y transcurrió el resto del año de forma normal.

Con respecto a mi, tuve un empuje de esclerósis múltiple, empecé con dolores de cabeza muy muy fuertes y en emergencia me dieron una droga que no me la tenían que dar, tramadol, porque deprime el sistema nervioso. Cómo consecuencia terminé internada. Había perdido la sensibilidad del lado izquierdo de mi cuerpo, perdí la motricidad del lado derecho y vértigos constantes porque el cerebelo fue afectado.

Me hicieron durante la internación, resonancias magnéticas y determinaron que era esclerosis múltiple, me dijeron que iba a tener varios empuje por año y que no se curaba. Hice de todo, pero hubieron tres cosas que hicieron la diferencia en el camino de mi recuperación y una de ellas fue Sanación Pránica. Como no podía moverme, empezó a venir Nicky tres veces por semana a mi casa y fue impresionante para mi el cambio que yo sentí. El neurólogo también lo notó, dijo que la recuperación estaba siendo súper rápida, me preguntó qué estaba haciendo y cuando le conté, fue como que no quiso escuchar, lo ignoró. El es una eminencia es este campo pero si la medicina tradicional no tiene aún la cura para determinadas enfermedades, que nos digan, nosotros no podemos ayudarla pero no que "no tiene cura".

La recuperación me llevó un año, no he tenido nunca más un empuje, tengo una vida normal. Estoy impecable, lo que cambió fue la sensación interna pero tengo más de un 95% de mis funciones normales. Estoy más que agradecida con Sanación Pránica.

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Silvia Sánchez Química Farmacéutica

Mi hijo Mauricio nació con 25 semanas de gestación y 630 gramos de peso (llegando a pesar 500 luego del nacimiento) a raíz de una preeclampsia que cursé, que requirió practicar una cesárea de urgencia ya que había riesgo de vida para madre e hijo.

Su evolución fue compleja dada su prematurez; si bien presentaba signos de vitalidad y lucha, el detonante fue una enterocolitis necrotizante, que es una de las infecciones intestinales que cursan algunos prematuros extremos, de las más riesgosas que causa perforaciones a nivel del intestino que puede llevar a la muerte. La enfermedad en muchos casos requiere intervenciones quirúrgicas múltiples que implica extraer el intestino del vientre, cortarlo a nivel de las perforaciones y volverlo a colocar. En el momento que Mauricio cursó la enfermedad a los quince días de su nacimiento estaba pesando solo 700 gramos, por lo que practicar la cirugía era impensable y las posibilidades de vida eran mínimas. El contaba con una perforación intestinal que para permitir evacuar las heces fue necesario practicar una pequeña cirugía mediante la colocación de un drenaje que permitiera la evacuación y prevenir una sepsis generalizada. De todas formas la infección se propagó y llegó a los pulmones y dado el tamaño tan pequeño de su cuerpo se propagaba rápidamente al resto del organismo, lo que requería la administración por vía intravenosa de antibióticos de amplio espectro.

Dada la situación de emergencia se pidió interconsulta con el profesor de los cirujanos pediátricos Grado 5 en Uruguay quien decidió con el cirujano tratante tomar una postura expectante ya que la cirugía era imposible realizar en las condiciones en que se encontraba Mauricio.

Una Dra. Cirujana amiga sugirió practicar a Mauricio Sanación Pránica y se contactó con una Sanadora de su confianza que concurrió al CTI de Neonatología a practicar la sanación en forma presencial durante tres días y luego a distancia. Ya en la primera intervención hubo una mejoría notoria que la detectaron las propias enfermeras que atendían al niño al percibir que los niveles mejoraban durante la sesión.

El tratamiento duró tres meses todos los días, día y noche sin descanso con una dedicación y compromiso por parte de la Sanadora que estaré toda mi vida agradecida.

Durante todo este período fue un cambio sustancial no solo para Mauricio sino para mí. Yo no tenía ninguna esperanza antes de la sanación e incluso pensé en suicidarme si mi hijo moría. Ya desde el primer día cuando hablé con la sanadora sentí una tranquilidad, confianza y fé que nunca antes había sentido frente a esta situación. Me dió fuerzas para darle fuerzas a mi hijo y me di cuenta que tenía que cambiar yo la actitud si quería mantener a mi hijo en vida.

Poco a poco mi hijo fue recuperándose. Los médicos no podían creer la evolución y muchos se acercaron para consultarme que se había hecho con la sanación ya que lo percibían como un milagro. Tanto es así que dos de las doctoras recibieron el curso de sanación pránica y hoy en día siempre recomiendan a otras familias con niños con problemas que atienden en las instituciones de salud para las que trabajan.

Mi compromiso fue tan grande, que me formé en Sanación Pránica y continué formándome para facilitar el proceso con técnicas avanzadas. Otros sanadores colaboraron sensibilizados por el caso y su deseo de hacer servicio. Ingresamos al programa de niños y fue muy gratificante ayudar a otros y a conectar otras madres que como yo se encontraron perdidas en el peor momento.

Hoy Mauricio tiene cuatro años y medio. Es una luz en nuestras vidas, no tiene secuelas importantes y hace muchas picardías, es un niño con una vitalidad y alegría que desborda, es el efecto sin duda de que está bendecido por Dios y que esta bendición la recibió a través de la Sanación Pránica, a su autor Master Choa Kok Sui y a la Sanadora que Dios la proteja siempre y mantenga sus fuerzas y confianza para continuar con esta gran obra.

Agradezco a Master Choa Kok Sui las enseñanzas y a todas las personas que me acercaron a este camino maravilloso que sean bendecidas.

Con gratitud y mucho amor:

Silvia Sánchez

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Victoria Ressia

A los seis días de nacido volamos a Buenos Aires a operar a Joaquín. Interrupción de arteria aorta y civ. Fue una sorpresa. El pronóstico no era muy favorable La cirugía fue un éxito, durante la misma Alicia aplico los protocolos de Sanación correspondientes. No hubo sangrado y Joaquín se mantuvo estable. Al salir del quirófano, el cirujano afirmó que no tenía glándula del timo. Y por lo tanto las probabilidades de que viviera eran muy pocas ya que no tendría un sistema inmunológico que lo protegiera.

Además (y entre otras cosas) Joaquín fue diagnosticado con hipocalcemia desde el segundo día de vida. Luego de una larga y difícil recuperación que tomó casi un año, ya que también le costaba mucho alimentarse, Joaquín era un niño totalmente normal. Si ningún tipo de medicación. Incluso la hipocalcemia se había revertido. Y no había rastro de un sistema inmunológico debilitado. Los médicos no comprendían. Agradezco a todos los sanadores y toda la Sanación que recibió Joaquín así como también, las herramientas que como mamá y sanadora pránica tuve a mi alcance para ayudarlo en su recuperación.

Pero había algo más, Joaco no hablaba ni emitía sonidos y salir con el era muy difícil ya que se estresaba e inquietaba mucho en lugares donde había gente. Entonces pasamos a que era y digo "era" especialmente porque hay no hay rastro de ello, un niño con TEA (Trastorno del Espectro Autista). Fue ahí entonces cuando Pablo comenzó a hacerle Sanación una vez por semana. Ininterrumpidamente hasta el día de hoy. Era el único tratamiento que recibía. Al tiempo de haber comenzado, Joaco comenzó a hablar y a repetir palabras. Su conducta cambio, salir con el dejo de ser algo doloroso y hoy con seis años habla todo el día, va al colegio feliz, es muy querido y se lleva muy bien con sus compañeros y maestras. Ahora está en tratamiento con Fonoaudióloga y Psicomotricista y sus avances exceden lo esperable para el tiempo.

No puedo más que dar gracias y ser testimonio de fe y amor y de eso se trata Sanación Pránica.

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